Innovar.Emprender.Transgredir.

Hace unos días, se presentó el Consorcio Barcelona Growth, con la asistencia del Alcalde Sr. Trias y la Tnte. de Alcalde Sra. Recasens, y tuve la oportunidad de hacer una intervención pública en la que plantee una reflexión-reto: ¿Por qué el distrito 22@ BCN no puede ser el Silicon Valley del sur de Europa?, no es una utopía, es una cuestión de confianza en nosotros mismos. De este parecer debe ser el Alcalde ya que, no solo me dio la razón y me invito a seguir soñando, sino que recientemente acaba de estar una semana en Palo Alto y Mountain View, visitando empresas tecnológicas asentadas en el Valle, e invitándolas a que vengan al 22@, como es el caso de Cisco que, en breve, se instalará aquí.

La razón  de este aparente desvarío está fundamentado en  constatar que los medios de los que dispone el distrito 22@ BCN son los mismos que cimentan el mito Silicon Valley, a saber;  Empresas tractoras potentes en desarrollos tecnológicos, centros de I+D con científicos e investigadores de todo el mundo, Universidades con profesores de primer nivel impartiendo estudios de postgrado, espacios que albergan a start-ups llenos de proyectos de emprendedores, e inversores dispuestos a facilitar fondos privados a través de las redes de bussines angels, o family office, todo ello en un entorno urbano con equipamientos, infraestructuras, servicios, residencial y el no va más, el mar. Estamos poniendo todos estos instrumentos a trabajar de forma cooperativa y transversal a través de la Asociación 22@Network BCN, con el convencimiento que somos un referente como Distrito de la Innovación.

Ciertamente el contexto económico no acompaña, y, a pesar de ello, en una reciente convocatoria de proyectos innovadores, se han presentado “trescientos veinticinco”, todos ellos de notable calidad. Crear condiciones para acompañar a estos emprendedores, es una prioridad en nuestra agenda, el objetivo, consolidar empresas que innovan en la prestación de servicios, porque no nacen condicionadas por la crisis, sino que son capaces de incorporar todas las herramientas tecnológicas disponibles y, a partir de aquí, articular modos de gestión más eficientes, más rentables, fácilmente escalables internacionalmente, y funcionan. Seguramente, más que estar en crisis, estamos ante la crisis de un modelo y, por ello, las recetas para superar esta situación están fracasando.

Probablemente estamos errando el enfoque, ya que estamos más preocupados en ajustar un modelo de producción económico que, durante treinta años, ha producido un notable nivel de crecimiento económico y de bienestar social, pero ahora se ha revelado insostenible e incapaz de dar respuesta a los retos actuales, en lugar de reformular el modelo económico de los próximos treinta años. El mismo razonamiento es aplicable a la estructura del Estado y a la gestión de la Administración Pública.

En este sentido constructivo debemos ser transgresores, atrevidos, visionarios, valores que incorporan todos los emprendedores que, en mi opinión, van a ser los reales motores del cambio que demandamos, ya que disponen de herramientas de gestión, de nuevas tecnologías y de formación que implican nuevas y más eficientes formas de gestión. Ajustar los costes públicos o privados obsesivamente no es la respuesta, solo alarga el problema.