Sensaciones

Hay que reconocer que en los últimos días, vivimos instalados en un dragón khan que impide a nuestra adrenalina recuperar el necesario reposo para retomar la serenidad. El sábado un millón de personas salieron a la calle en Barcelona, el denominador común que  las congregó, fue exteriorizar el rechazo al fondo y a las formas con las que el Tribunal Constitucional ha tratado el recurso del Partido Popular al Estatut de Catalunya. Por supuesto, en paralelo, existían diversos intereses partidarios interpretando de diferentes modos la magna protesta. La cuestión es, ¿ahora qué? , de la sensatez de esta respuesta, sin duda, depende el futuro de Catalunya y España ya que no podemos instalarnos en la desafección ni echarnos al monte.

Horas más tarde, “la Roja”, ganaba la copa del Mundo produciéndose una explosión de júbilo popular sin precedentes y, como es natural, no han faltado los finos analistas que se han apresurado a mezclar, la indisoluble unidad de España, con un triunfo deportivo, y que de ello deben tomar nota los díscolos nacionalistas.

El pasado miércoles asistimos al debate del Estado de la Nación y comprobamos que el Gobierno esta sólo y acosado, a veces injustamente, por todos los partidos del arco parlamentario, que atizan al Gobierno con frialdad calculada, en función de sus expectativas electorales ya sean autonómicas o generales.

Esta mar de fondo  complica mucho pilotar con rigor las reformas que requiere nuestra economía; control del déficit, sistema financiero, mercado laboral, mejorar la productividad, incentivar nuevos sectores productivos de futuro. La crisis sigue calando hondo, el PIB sigue negativo, el crédito restringido, y más que lo estará al conocer que la deuda del los bancos españoles con el BCE es de ciento veintiséis mil millones de euros.

Al final de esta panorámica, al ciudadano, más que conocimiento de la realidad, le quedan sensaciones, y la sensación es que debemos recuperar el sentido común, y aunque hay que encontrar cauces para resolver la grave crisis política e institucional que se ha generado, el tempo obliga hoy a canalizar todas nuestras energías en reactivar la economía y el empleo o lo pasaremos muy mal.

15.7.2010

Deja una respuesta