¿Es importante tener Gobierno?

 

Por si se han despistado, el pasado 20.12.2015, celebramos elecciones generales en España, la decisión del electorado atomizo el voto de modo que reflejaba el profundo malestar que la combinación crisis económica y corrupción, amenizado con serias tensiones territoriales, se había instalado en la sociedad.

El resultado de estas elecciones exigía una altura de miras y una visión estratégica de Estadistas que lamentablemente no se dio y al parecer no se la espera. Cuando se han celebrado las elecciones hay que trabajar a partir del resultado de las urnas, y lo primero que constato es la absoluta inelasticidad de los líderes políticos a los resultados. Es decir, si tres partidos tienen mayoría más que suficiente y estable para formar gobierno, deben poner en común todo aquello que les une y establecer un mínimo común denominador para aprobar unos presupuestos coherentes, creíbles y de consenso. Esto exige grupos de trabajo rigurosos, con técnicos especializados que propicien el programa de gobierno de consenso que permite avanzar y dar soluciones mixtas a problemas complejos. Hecho así, sin duda, la pluralidad del voto se refleja en la acción de gobierno y las medidas que se adoptan sintetizan la visión de tres fuerzas políticas diferentes.

Las escenas y reflexiones del tipo: ni por activa ni por pasiva voy a votar a favor de un partido para facilitar el gobierno, aunque yo no pueda formar ningún gobierno alternativo, y además nos parece muy grave para el país tener que afrontar unas nuevas elecciones. Estoy atónito a diario cuando veo una y otra vez en los telediarios este tipo de declaraciones hechas con una solemnidad y engolamiento inversamente proporcional a la tomadura de pelo a la que someten a los electores. Llegados a este punto, obviamente, la realidad se impone y hay que convocar nuevas elecciones para el 26J, aunque todos reiteran desolados que es muy grave para el país.

Bien, como si del día de la marmota se tratara, estamos a 29 de julio y después de salir resultados semejantes, con matices, se siguen necesitando tres partidos para formar gobierno, las declaraciones siguen en la misma línea y lo de sentarse grupos de trabajo a buscar un programa conjunto ni esta ni se espera. Conclusión, podemos ir a unas terceras elecciones el 27N. Salvo que la lectura que hagan los líderes de los diferentes partidos de los resultados electorales sea, que como nadie tiene mayoría, lo que nos indica el electorado es que prefiere no tener gobierno y que le dejen tranquilo que él ya se arreglará su vida. Si es así lo están haciendo perfectamente. De modo que en las próximas alguien va a tener mayoría para acabar con el problema, aunque entonces diremos que no se consensua nada y se aplica el rodillo para aprobar las leyes. Increíble pero cierto, esto es lo que puede pasar.

Por otra parte, después de siete meses sin gobierno, los ciudadanos pueden llegar a pensar que, como todo funciona aparentemente bien, no debe ser tan relevante tener Gobierno y hasta que, posiblemente, sin Gobierno viviríamos mejor.

Son reflexiones lógicas, aunque muy poco halagadoras para nuestra clase política que cada vez tienen menos incidencia en el liderazgo moral, social y económico de nuestra sociedad, justamente en un momento muy crítico y convulso de nuestra historia contemporánea.

No debemos confundirnos, el buen funcionamiento de los servicios públicos se debe fundamentalmente a que, a pesar de todo, tenemos unos grandes profesionales de la Administración pública, pero dejar a un país un año sin política presupuestaria, sin revisión del sistema de pensiones, al borde del colapso, sin una estrategia clara sobre el conflicto islamista o sin un posicionamiento estratégico sobre el futuro de la UE, me parece de una irresponsabilidad que estoy seguro que todos pagaremos, más temprano que tarde, muy caro. Así que si, hace falta un Gobierno, pero de personas competentes, sino, puede que aprendamos a valorar lo bien que se está sin que nadie atente permanentemente al sentido común.

 

 

 

 

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